¿Qué es un corazón conforme al corazón de Dios?

Es pertinente presentar de primera instancia que cuando hablamos del

corazón del hombre no hacemos

referencia al músculo cardíaco que

bombea sangre, sino a la actitud interna que nos refleja desde lo más

profundo. Al centro de la vida espiritual, el lugar donde mora el amor, pero también las emociones. Interesante este último detalle porque hay muchas personas que su relación con Dios es mental (emocional), y conocen muy bien las Escrituras, la doctrina y hasta son arduos defensores del Evangelio. Pero solo están convencidos, y cuando eres convencido corres el riesgo que lleguen vientos de otra dirección y conquisten tu corazón. Y a veces, por desilusiones en la fe, pierdes tu corazón para con Dios.

Por eso la Biblia en Proverbios 4:23 nosrecomienda que, “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”, el buen o mal comportamiento.

Ante Dios, debes ser íntegro, con motivaciones puras, porque Él mira las intenciones que hay en tu corazón. “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” (1 Samuel 16:7) Por eso elige a David, porque vio estas cualidades en su interior. “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: ‘He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero’.” (Hechos 13:22)

David nos enseña que un corazón conforme al corazón de Dios está lleno del amor de Dios, que busca vivir de acuerdo a Sus mandamientos y que su deseo es agradarle en todo. A pesar de sus errores y pecados, el Corazón de David estaba lleno de arrepentimiento, amor, misericordia, compasión, gratitud y perdón. Estas cualidades le permitieron a David ser un gran líder, un hombre de fe y un siervo fiel de Dios. 

Si queremos conocer a Dios y vivir de acuerdo a Su voluntad, necesitamos tener un corazón como el de David conforme al corazón de Dios. Un corazón así no se forma con nuestras mejores intenciones, sino con la intervención directa del Espíritu Santo en nuestras vidas. Por lo tanto, que hoy nuestra petición al Señor sea, “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu.” (Salmo 51:10)

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Escrito por Luis Tirado | Equipo Ironmen